HISTORIA DE UN ALEMÁN. Sebastian Haffner



Historia de un alemán no es una novela: es la narración de la experiencia del joven autor en la Alemania de principios del siglo XX. Tiene la peculiaridad de no ser escrita por un Haffner ya maduro, sino recién llegado a Inglaterra en su autoexilio de la Alemania que se estaba fraguando. El libro fue escrito en 1939, cuando contaba 32 años de edad. Carece por tanto de la frialdad de un texto histórico, pues es un relato vívido de una experiencia personal trasladable posiblemente a muchos jóvenes alemanes de esa época. Es además una obra reflexiva que analiza los acontecimientos, sus causas y consecuencias. El autor escribe antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, y vaticina ya un desenlace terrible a todo lo que ha visto. Llama la atención la madurez, profundidad y lucidez con la que analiza sus vivencias.


El retrato de esa Alemania convulsa (desde 1914 a 1933) es exhaustivo y de primera mano. Yendo más allá de los simples motivos políticos, sociales o económicos, retrata al alemán medio, sus inquietudes, reacciones y circunstancias que marcan muchas veces su comportamiento. Habla de su familia, sus amigos, sus allegados y, por supuesto, de sí mismo. De cómo el nazismo fue calando en un mundo removido de mil maneras distintas y desde hacía mucho tiempo. Se remonta a sus recuerdos más tempranos, retratando la Alemania de la Primera Guerra Mundial y la que quedó después de ella. La evolución del país hacia el nazismo, como una ola inundando las mentes y las vidas: difícil tarea sustraerse a su envite. Y nos habla de su mirada estupefacta ante el derrotero aterrador que tomaba su país.

Gusta leer este libro por hacernos cercano un hecho histórico, por hablarnos de los verdaderos protagonistas del mismo: el pueblo que lo vive. Y dentro de él nuestro autor. Es por ello que el título resulta revelador: historia no de Alemania, sino de un alemán.




Gracia María Sánchez Cobano